El parto humano, también llamado nacimiento o alumbramiento, es la culminación del embarazo humano hasta el período de la salida del bebé del útero. La edad de un individuo se define por este suceso en muchas culturas. Se considera que una mujer inicia el parto con la aparición de contracciones uterinas regulares, que aumentan en intensidad y frecuencia, acompañadas de cambios fisiológicos en el cuello uterino, así mismo estas contracciones tienden a confundirse con las contracciones de Braxton Hicks, las cuales son contracciones ligeras e intermitentes, que ejercitan y preparan al cuerpo, pero estas no son dolorosas y ponen la pancita dura y dura unos pocos segundos.
Tipos de parto
Existen varios tipos de partos, cada uno de los cuales puede ser recomendado según las circunstancias específicas de la madre y el bebé. A continuación, se presentan unos de los más comunes.
Parto humanizado: Se procura la voluntad de la madre, se respetan tiempos fisiológicos, se protege la salud en todo momento, si quieren estar solas o acompañadas, si deciden usar o no analgésicos.
Parto Natural: Los futuros padres, cada vez más apuestan por tener un parto menos invasivo y con menor intervención de medicamentos y procedimientos clínicos. El doctor Felipe González Leiva, ginecólogo obstetra de Clínica Las Condes, nos explica, “no se trata sólo de parir sin anestesia, sino de vivir el parto de la forma más natural posible, lo que implica seguir los tiempos naturales del parto y que el personal médico esté en una posición expectante, y no activa”.
Parto vaginal espontáneo (PVE): Este es el tipo de parto más común, en el parto vaginal espontáneo, el bebé nace a través del canal vaginal después de que la madre experimenta contracciones uterinas regulares que ayudan a dilatar el cuello uterino y a empujar al bebé hacia abajo. Este proceso puede durar varias horas y puede incluir diferentes etapas, como la fase de dilatación y la fase de expulsión del bebé.
Parto vaginal asistido: En algunos casos, puede ser necesario asistir al parto vaginal con instrumentos médicos para ayudar a guiar al bebé a través del canal de parto. Los métodos de parto vaginal asistido incluyen el uso de fórceps (pinzas especiales) o ventosas (dispositivos de succión) para ayudar en la extracción del bebé. Y hay casos en los que también se deben de hacer un pequeño corte en la parte de la vagina para que el bebé pueda salir, lo que conlleva un tiempo mayor de recuperación posparto.
Parto por cesárea: En un parto por cesárea, el bebé nace a través de una incisión en el abdomen y el útero de la madre. Este procedimiento quirúrgico se realiza cuando el parto vaginal no es posible o seguro para la madre o el bebé, como en casos de presentaciones anómalas, problemas con la placenta, sufrimiento fetal, o complicaciones médicas maternas. También puede ser programado en casos de cesáreas previas o preferencia de la madre.
Parto inducido: En un parto inducido, se utilizan medicamentos o técnicas para estimular las contracciones uterinas y desencadenar el inicio del parto. Esto puede ser necesario si la madre ha pasado de la fecha de parto esperada o si hay preocupaciones sobre la salud de la madre o del bebé que hacen necesario un parto temprano.
Parto en el agua: El parto en el agua implica dar a luz en una piscina de agua caliente o una bañera especialmente diseñada. Se cree que el agua caliente puede ayudar a aliviar el dolor y la tensión durante el parto, y algunas mujeres encuentran que el agua facilita el proceso de dar a luz. Sin embargo, es importante que este tipo de parto sea supervisado de cerca por personal médico para garantizar la seguridad de la madre y el bebé.
Estos son algunos de los tipos de partos más comunes, pero pueden haber variaciones o combinaciones de estos métodos según las circunstancias individuales de cada embarazo y parto. Siempre es importante discutir las opciones de parto con un profesional de la salud para determinar el mejor plan de parto para la madre y el bebé.
¿Qué pasa después de dar a luz?
Al nacer el bebé, se le da a la mamá para que se dé el contacto piel a piel, con el fin de formar un vínculo que mejora el apego y estimula la lactancia inmediata.
Otro factor importante es el pinzamiento oportuno del cordón umbilical, o también conocido como el pinzamiento tardío, donde se espera el momento de que la arteria deje de latir o deje de pasar sangre de la placenta al bebé.
Depresión posparto
La depresión posparto es un trastorno mental afectivo severo, que afecta hasta al 56% de las mujeres latinas residentes en México y Estados Unidos durante los primeros 4 meses tras el nacimiento de su bebé. Su incidencia mundial es del 15%, y está incluida en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-5) bajo la denominación de "trastorno depresivo durante el período perinatal". (Caparros, R., et. al. ,2018)
Esta se asocia a suicidio y filicidio (muerte dada por un padre o una madre a su propio hijo), y el primero es una de las causas más importantes de muerte materna durante el período perinatal.
La depresión posparto se relaciona con síntomas psicológicos y alteración de patrones biológicos, entre los que están:
Un estado emocional triste
Altos niveles de cansancio
Trastornos del sueño
Afectación del eje hipotalámico-hipofisiario-adrenal, responsable de la secreción de la hormona cortisol necesaria para hacer frente a situaciones de estrés.
Aunque los síntomas suelen aparecer tras el nacimiento del bebé, las mujeres que posteriormente desarrollan depresión posparto presentan síntomas psicológicos durante el embarazo (somatización, depresión, ansiedad y estrés específico del embarazo) y mayores niveles de cortisol desde el primer trimestre.
Ante esta situación, sería idóneo promover la investigación en torno al embarazo y el puerperio (etapa que comienza para la mujer inmediatamente después del nacimiento y puede durar hasta un año), facilitando que se incluyan mujeres embarazadas en investigación, como se promueve desde el Foro Global de Bioética en Investigación.
Además, sería recomendable el cribado (detección precoz) de la depresión posparto a toda mujer en las primeras horas tras el nacimiento de su bebé mediante la aplicación de escalas psicológicas de depresión posparto, así como el control de los niveles de estrés durante el embarazo mediante instrumentos psicológicos y la evaluación de los niveles de cortisol en el pelo, que pueden predecir el grupo de embarazadas con riesgo de presentar síntomas de depresión posparto.
Estos son unos videos que te ayudaran a comprender un poco mejor la depresión posparto, así como dos casos de este trastorno, en el primero no se detecto a tiempo los síntomas y en el segundo el trastorno lo padecía el padre.
Reflexión personal:
Personalmente estos temas son de los que más me gustaron investigar, ya que son pasados por altos sin una revisión detallada o mínima y simplemente se da por hecho o se elige la opción al azar, por ejemplo en los tipos de parto, regularmente se piensa que solo puede haber una o dos forma de dar a luz, de manera natural o por cesaría. Así mismo el tema de la depresión post parto me sorprendió mucho, ya que también le puede dar depresión post parto al padre lo que convierte en un caso de suma importancia.
Referencias:
Gómez, C. Rosas, M. Rivadeneyra, S & Quiñonez, A. (2015). Resultados Neonatales en Embarazo Pretérmino Tardío, Término Temprano y Término Completo. Mediagraphic. https://www.medigraphic.com/pdfs/bolclinhosinfson/bis-2015/bis152c.pdf
Caparros, González R., Romero, González B., Peralta, Ramirez, J. (2018). MI Depresión posparto, un problema de salud pública mundial [carta]. Rev Panam Salud Publica.
Lara, M., A., Patiño, P., Navarrete, L. & Nieto, L. (2017). Depresión posparto, un problema de salud pública que requiere de mayor atención en México.
MedlinePlus enciclopedia médica. (s. f.). Cuando se pase de la fecha probable de parto. https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000515.htm
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